Terroristas Ad Honorem…!

Vamos a ver si puedo hacerme entender en un tema tan delicado y escabroso como el que hoy estoy a punto de desarrollar, porque – a veces – me pregunto si no seré yo quien no se sabe hacer entender y no mis lectores: ¡que no entienden!

Se trata de la práctica del terrorismo, como una “política de estado”.   La destrucción económica de un país bajo la disciplina de eso que entendemos como “socialismo”, comunismo o “socialismos del Siglo XXI”: ¡es sistemática!  No que los gobernantes sean brutos… son más inteligentes de lo que uno pudiera suponer.  La cúpula “gobernante” en esos sistemas… el “cogollo”, está compuesta por un puñado de HDLGP’s.  Ellos SIEMPRE vivirán como reyes, así la inflación supere el millón por ciento diario.  Así no haya medicina ni nada qué comer.  Mantener al grueso de la población de la madrugada hasta la noche buscando el hueso con el cuál le hará la sopa aguada a su familia por la noche: ¡es una “política de estado”!.   La inmensa mayoría de los venezolanos… incluyendo a la casi-la totalidad de los periodistas y a muchísimos líderes “opositores”, no ha entendido esa guarandinga.

De igual manera, EL TERRORISMO: ¡es una “política de estado”!

Qué es el terrorismo…?

El “terrorismo” pudiera tener muchas definiciones; una de ellas podría ser “el arte de la cúpula de una tiranía para mantenerse en el poder a través del terror”.  Para que el terror pueda cumplir sus objetivos de mantener en el poder a una cúpula de HDLGP’s, ese terrorismo debe ser divulgado.  Si no se divulga: ¡no hay terror!  Sencillo: ¿no les parece?

Es cuestión de “publicidad y mercadeo”.  Si yo quisiera vender una propiedad a precio de “gallina flaca”, porque estoy necesitado de “cash-flow”, tengo que contratar a una empresa de publicidad y mercadeo.  Esa empresa me va a sugerir “comunicadores” que “venden”, como es el caso de Nitu Pérez Osuna, la propia Patricita Poleo y, el más grande de todos del momento: ¡Jaimito Bayly!  El problema sería el costo.  Mientras mejores sean los “vendedores”, más tendría que pagar por sus servicios.  Sin embargo, en el caso de un régimen genocida y TERRORISTA, la campaña de divulgación del terror le sale gratis: ¡gracias a los terroristas ad-honorem!

Según la Real Academia de la Lengua Española, la RAE, “ad honorem” es un adjetivo que significa algo así como la colaboración de alguien, sin el interés de una retribución.

 

Pero en el caso de las denuncias por acciones TERRORISTAS, sí existe una retribución oculta.  Quien denuncia las atrocidades, se gana el respeto y el aplauso de su audiencia.  Se denuncia el terror de un régimen genocida (como el de Cuba, Nicaragua y Venezuela), para – supuestamente – informar a la “comunidad internacional” de las atrocidades que se comenten en estos países subyugados por una tiranía genocida y TERRORISTA.  Pero en el fondo, hay un escenario mucho más perverso y perjudicial.  Esos “denunciantes”, convertidos en “terroristas ad-honorem”, están ayudando al régimen a divulgar el terror.

Durante la Guerra de Vietnam, imperó un “libertinaje informativo”.  Los televidentes de EE.UU. podían sentarse a las 6 de la tarde frente a sus televisores y – casi en tiempo real – ver cómo los muchachos estadounidenses perdían sus miembros y hasta sus cabezas.  Esas imágenes fueron calando en la psiquis colectiva de los “americanos”, creando una matriz de opinión contraria a aquella guerra, que se perdió – en parte – gracias al libertinaje mediático que generó una opinión tremendamente desfavorable hacia la intervención militar en Vietnam.

Estados Unidos aprendió la lección y, en consecuencia, implementó una censura híper-estricta.  Hoy, ningún medio de comunicación está permitido dar partes de guerra.  No se sabe cuántos jóvenes mueren diariamente en Iraq o en Afganistán.  Jamás verán publicada una foto de un soldado muerto o mutilado y mucho menos el ataúd de uno de ellos cubierto con la bandera de EE.UU., contentivo del cuerpo de un soldado estadounidense.

El régimen de los Castro, que desde Guanabacoa asesora con mucho atino y eficiencia a Maduro y a la cuerda de ANORMALOS que lo acompaña, saben que la fulana “comunidad internacional” no se inmutará porque hayan lanzado del décimo piso a un concejal, hayan torturado hasta la muerte a un capitán de corbeta o un jovencito haya perdido – para siempre – la visión de ambos ojos.  A los líderes de esa “comunidad” les conviene hablar con el “gobernante” que levante el teléfono en el Palacio de Miraflores… sea Maduro, Guaidó o la Mamá de Tarzán.

Los Castro, en Cuba, han aplicado una campaña de terror durante décadas y décadas y, para eso, han contado con la colaboración – “ad-honorem” – de cualquier cantidad de IMBÉCILOS y de IMBÉCILAS.

 

 

En el año 2010, publiqué un artículo que titulé “La Caja de Resonancia del Terror”.  De eso hace ya casi una década… pero siento que aré en el mar.  Tan solo ayer acudí a un evento donde un grupo de cubanos, y una española, denunciaron las atrocidades de los Castro en Cuba.

Cuando Jaime Bayly me entrevistó por segunda vez, en mayo de 2017, le reproché en su cara (en vivo y en directo) su condición de “terrorista ad-honorem”, aunque no estoy tan-tan seguro de que Don Bayly no tenga su tarifa.  Por cierto… muy a su estilo, Bayly no me dejó explicar por qué era contraproducente publicar las fotos de los jóvenes caído en pro de la libertad de Venezuela.  Desvió el tema, como suele hacer él cuando se siente acorralado por su invitado.

Nitu, pobrecita, no sabe si va o viene.  Creo que ella tiene buenos sentimientos y mejores intenciones, pero su ignorancia es mayor que el edificio Burj Khalifa, de 828 metros de altura, ubicado en Dubai (Emiratos Árabes Unidos).

Lo que no saben estos “terroristas ad-honorem” es que mientras más divulguen las atrocidades del régimen, más atrocidades habrá.  Si – disciplinadamente – se ignorara el genocidio, menos genocidio habría.  De todas maneras, a nadie le importa cuántos jóvenes mueren, cuántos quedan ciegos… cuántos oficiales son torturados.  Cada país está en lo suyo… y ya sabemos, de sobra, que no existe dirigencia opositora en Venezuela.   A esos líderes de la “oposición” (de LA FALSA OPOSICIÓN), le vale madre si se tortura… si se mata.

Pero no hay caso.  Si Dios, el Todopoderoso (no que yo lo sea), se le presentara a Nitu, a la Patty y a Jaimito y les dijera que promover el terror es contraproducente para la moral del venezolano… ellos no le pararían ni medio, porque denunciar las atrocidades: ¡da raiting!

Miami 3 de julio de 2019

Robert Alonso

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