Caja de Resonancia del Terror

 

 

Como explicamos en el capítulo titulado “IGNORANCIA VS. CONCHUPANCIA” de nuestro libro “Cómo se Perdió Venezuela”, en un principio pensábamos que había una gran ignorancia por parte de nuestros líderes demócratas, de cara al régimen de Castro en Venezuela. Luego fuimos comprobando que se trataba de un nuevo fenómeno, el cual bautizamos como “conchupancia”, una de las INFALIBLES herramientas de eso que ahora mientan “El Socialismo del Siglo XXI”.

En Miami ya hemos comenzado a pensar que se ha establecido esa CONCHUPANCIA, en la firme convicción que Cuba está en franco proceso de venezolanizarse, es decir: de ingresar al macabro sistema de ese “socialismo” que ha mutado del castro-estalinismo más rancio y tradicional.

Ya salieron por ahí los “abanderados” de la estrategia de RESISTENCIA CÍVICA NO-VIOLENTA. Un grupo (o “movimiento”) que está en estudio y bajo nuestra lupa. Todavía… y “por ahora”, lo tenemos catalogado de IGNORANTE. Sus dos promotores (Ramón Saúl Sánchez y Norman del Valle), no han comenzado todavía – con el respaldo de una estación de radio en Miami, “LA PODEROSA” – a explicarles a los miamenses “cómo se come” la resistencia cívica no-violenta, es decir: de qué rayos se trata esa guarandinga.

No solo insisten en REACCIONAR DEFENSIVAMENTE día-tras-día, en la radio y desde su tribuna, “LIBERTAD DE EXPRESIÓN”, sino que insisten en convertirse en la “caja de resonancia del terror” del régimen TERRORISTA de los hermanos Castro.

Precisamente, uno de los primordiales objetivos de un régimen TERRORISTA, como el que impera y ha imperado en la Cuba de los hermanos Castro, es SEMBRAR EL TERROR. Un pueblo aterrorizado se paraliza ante un régimen tiránico y terrorista. Divulgar los actos de terror del régimen castro-estalinista en Cuba, es – justamente – ayudar a diseminar el terror a través de la sociedad civil, tanto dentro como fuera de la isla cubana. Se trata, en todo caso, de traspasarle al régimen el miedo que siente la sociedad civil, no de aterrorizar más a los ya-aterrorizados ciudadanos.

En esa “pachanga” no están únicamente los “pacíficos hermanos” del “Movimiento Democracia”. A este combo se le une la prensa plana, la radiodifusión y la televisión de Miami… y de otras ciudades de Estados Unidos, suponemos.

A continuación, un ejemplo de cómo se contribuye con la divulgación del terror que se genera en Cuba. Lo que sigue es un clip transmitido por “La Poderosa” en su segmento mañanero que informa sobre los acontecimientos cubanos:

 

Nos debe llamar la atención, además, el fondo musical que identifica a este segmento. No sabemos si se trata de un guaguancó. Lo cierto es que NO PEGA PARA NADA con el aterrador contenido de la narración de un disidente cubano, desde Cuba.

¿Cuál es la idea? ¿Denunciar las atrocidades de Castro? ¿A quiénes van dirigidas estas denuncias? A estas alturas del “partido”, luego de MÁS DE MEDIO SIGLO de pesadilla infrahumana cubana, no debe existir alguien que no sepa que en Cuba se tortura, se mancilla los más elementares derechos humanos y se vive un infierno dantesco. ¿Entonces? ¿Será morbosidad? ¿Periodismo amarillista? ¡No lo sabemos… todavía!

Los informes del Departamento de Estado de Estados Unidos, llevan AÑOS acusando las atrocidades del castro-estalinismo, año-tras año. Esos mismos informes anuales, acusan al régimen de Castro en Venezuela de torturar y de violar los derechos humanos de los ciudadanos venezolanos. ¿Entonces? ¿Qué podemos ganar divulgando tanto horror?

El único resultado no puede ser otro que NEGATIVO. Si es cierto que LA PODEROSA y el resto de las estaciones de radio y de televisión de Miami llegan a Cuba… como se anuncia de manera contumaz, entonces estamos ayudando al régimen TERRORISTA de Castro a divulgar el terror que ellos generan para que el estamento civil cubano “agarre mínimo”, es decir: no se pase de la raya amarilla. Sin querer-queriendo, nos estamos convirtiendo en “voceros del terror” y eso merma la moral de aquellos ciudadanos que pudieran estar pensando en sumarse a la resistencia cívica no-violenta. Es lógico suponer que cualquiera que escucha las declaraciones publicadas arriba, jamás querrá verse reflejado en el espejo de ese infeliz cubano cuyo final resultó ser tan terriblemente dantesco, simplemente por defender la causa – PACIFICA – de los derechos humanos en Cuba.

Justamente, la gran importancia de NO CONFRONTAR en un escenario de sublevación cívica, es para evitar muertos y heridos. Los muertos y los heridos son transmitidos – en vivo y en directo – por los canales de televisión. La ciudadanía demócrata, al ver cómo mueren los ciudadanos en las calles, se “achantan”… se “achicopalan” y “se dejan de eso”, es decir: se aplacan. Debido a esta realidad, diseñamos “La Guarimba de La Victoria”, donde los ciudadanos sublevados NO TIENEN, SIQUIERA, que salir a las calles. Sabemos, por experiencia propia, lo dañino que es divulgar los muertos y los heridos por los medios de comunicación social de radio y televisión.

Un pueblo ATERRORIZADO no puede sublevarse. Quien esté fomentando el terror, divulgando atrocidades que comete el enemigo, ESTÁ EVITANDO LA SUBLEVACIÓN CÍVICA, ACTIVA, GENERALIZADA Y SOSTENIDA. Sin querer… o QUERIENDO, le está haciendo la tarea al régimen terrorista… DIVULGANDO EL TERROR.

Por otro lado, acusan al régimen de los hermanos Castro de haber ASESINADO al disidente Orlando Zapata Tamayo al quitarle el agua durante los últimos días, para que terminara de morir de una buena vez. De ser esto cierto, es MÁS QUE EVIDENTE que al régimen castro-estalinista de Cuba no le importa generar muertes a través de huelgas de hambre… ni le importa el qué-dirá-internacional. Las huelgas de hambre son REACCIONES de protesta, las cuales pudieran encajar dentro de una estrategia de RESISTENCIA CÍVICA frente a una tiranía, pero luego de una maduración del estamento civil.

Habría que ver que alcance tienen estas huelgas DENTRO de la isla cubana. ¿Las conoce el grueso de la sociedad civil? Es muy probable que no. Dentro de Cuba no se habla mucho de disidencia, de resistencia ni… siquiera, de política. El cubano “de Cuba” está en otra sintonía, como la de ver la manera de conseguir el hueso con el cual hacerle el caldo aguado por la noche a su familia. Es una sociedad anestesiada por más de medio siglo de ignominia y terror. La lucha por la libertad, todavía, no ha comenzado y, por los vientos que soplan, está demasiado lejos de comenzar.

Robert Alonso

Miami 9 de marzo de 2010

Robert Alonso Presenta

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