Alguien miente…!

Promover las “vacunas” o NO recomendarlas es un acto de suma irresponsabilidad si uno no es un calificado biólogo, virólogo o especialista en el ramo.  Hay referencias como “pa’tirar pa’rriba“.  Unos en contra de las “vacunas” y otros a favor de ellas.  Lo más que uno puede hacer es exponer y publicar comentarios de parte y parte y que cada quien “haga con sus nalgas un papalote“, como hubiera dicho La Abuela Carmelina, QEPD.

Mi tío y padrino, Armando Alonso, QEPD, “mascaba vidrio” cuando alguien alegaba lo inteligente que era un tercero, sin haberle hecho una prueba de conciente intelectual.  En una oportunidad, jugando dominó cubano, a un compañero de juego se le ocurrió asegurar que su nieta “hablaba un chino perfecto“.  Fue entonces cuando El Tío Armando, QEPD, le pregunto: “¿y tú hablas chino perfecto?  ¿Cómo saber si alguien habla un “chino perfecto”, si quien lo asegura no sabe ni decir “sí” en chino?  ¡En fin!

Luego hay médicos que emiten juicio… unos a favor y otros en contra de las fulanas “vacunas”.  Según me he informado, la inmensa mayoría de los médicos no está capacitada para opinar sobre una pandemia. Podrán esos médicos acumular referencias sobre los casos que tratan, pero de ahí a asegurar cómo tratarla: ¡hay un gran abismo!

En Contra…!

Mi familia inmediata y yo estamos total y absolutamente en contra de “vacunarnos”.  Para no extenderme en el tema, solamente me remitiré a los motivos que alega el Rabino Weissmann para no vacunarse: ¡ni de vaina!  Le faltó mencionar al connotado rabino, que quienes promueven las vacunas, Ted Turner, Bill Gates, el Dr. Fauci y entre muchos otros, George Soros: ¡son unos HDLGP!  Eso, sin contar el cuento-chino de la “despoblación planetaria“. que viene rodando desde hace “siglos”.

A mala hora me “gradué” de analista.  A veces hubiera querido ser “normal”.  Luego de analizar a profundidad los pros y los contras, basándome en lo que dicen los supuestos “expertos”, para “vacunarme” habrá que amarrarme primero.

En el video de arriba vemos a un perfecto desconocido – al menos para mí – camino a Univisión.  Ya por ahí lo miro como si yo fuese una cucaracha en baile de gallina o, como diría Carmelina, QEPD: “¡como gallina que mira sal!”  Para mí pierden credibilidad los entrevistados por Univisión, CNN, la ABC, CBS, NBC, el New York Times y paremos de contar.  Soy tan desconfiado que hasta miro con lupa los reporteros e “influencers” de FOX.  ¡Del Vaticano ni hablar!  La OMS: ¡menos!

Sin embargo, hay veces que uno tiene que evaluar “al enemigo”.  Por ejemplo, en el video de abajo vemos al Dr. Anthony Fauci, máxima autoridad estadounidense sobre temas que tienen que ver con virología, pandemia: ¡y “plandemia”!  Claro.  este doctor un día dice que las mascarillas no sirven pa’un carajo y al día siguiente nos dice que tenemos que usar dos. Aquí lo vemos asegurando que las fulanas “vacunas” (que parecen que no son vacunas de verdad-verdad), no son efectiva frente a las llamadas “variantes“, es decir: las mutaciones… ¡las nuevas cepas!  Según uno ha escuchado y leído: ¡ya las nuevas cepas pasan de las 5mil!

Luego uno se topa con individuos como el Dr. Ferando López Mirones – ¡lo conocerán en su casa! – quien dice ser biólogo.  Si es verdad lo que está leyendo, habría que hacerle caso – una vez más – a la Abuela Carmelina, QEPD y gritar: “¡apaguen la vela y vámonos!”  El problema es: ¿para dónde nos vamos?

 

El Viejito Pío

En el año 1990 incluí en mi programa de Venezolana de Televisión – “Más Allá de la Comprensión” – el protocolo del “Viejito Pío” para rezar las “picaduras” de culebras venenosas.  Don Pío era el curandero (también conocido en Venezuela como “curioso”) de la zona montañosa donde vivíamos.  Un día llegó a la Finca Daktari y me encuentro un alboroto.  Uno de mis empleados, supuestamente de nombre “Benito”, había sido “picado” por una mapanare… una serpiente tremendamente peligrosa por su mortal veneno.  El caporal de la finca lo llevó al Hospital de Coche, donde había la única unidad antiofídica de Caracas.  Ahí lo curaron.

“Benito” por poco se muere porque tenía la creencia que cuando a uno lo “picaba” una culebra venenosa, había que perseguirla y matarla antes de que ésta tomara agua, para evitar morir el “picado”.  Ese “protocolo” por poco lo lleva a la muerte, ya que al correr detrás de la culebra, propagó el veneno a través de todo su sistema sanguíneo.  “Benito” estuvo hospitalizado casi un mes, al cabo del cual el médico me dijo que ya le podía dar un machete y ponerlo a trabajar.

Pero “Benito” no se recuperaba del todo, porque su “picadura” no había sido ensalmada.  Averigüé quién ensalmaba “picaduras” de culebra en la zona y fue así como llegué al Viejito Pío, un inválido que era transportado por sus cuatro hijos, cual papa de Roma, en una maltrecha silla de paja.

Fui a conocer a Don Pío, quien como pago me pidió dos gallinas y, en su defecto: un pavo macho.  Luego de cumplir con sus peticiones comencé a conversar con él.  Su verborrea era tan, pero tan pintoresca que le pedí permiso para grabarlo.  Saldría en el próximo programa que se transmitiría los viernes a las 7:30 de la noche: en horario estelar.

Como podrán apreciar por el video que aquí les publico abajo, el Viejito Pío aseguraba que, si bien él rezaba las “picaduras” de culebras, el que se iba a morir se moría, porque “esta vaina” (el mundo o Planeta Tierra) no lo gobernaban ni él ni nadie.  Esta “vaina” la gobierna un personaje llamado Jesucristo que “cuando Él quisiera nos jodíamos” (sic).   La Abuela Carmelina, QEPD, hubiera dicho: “el que se va a morir a oscuras… ¡ni aunque ande vendiendo velas…!

Increíblemente, luego del “procolo” del Viejito Pío, “Benito” (de quien me enteré ese día que no se llamaba así), “se curó de todo mal”.  Ahí comprendí el poder de la mente. Años después, en el año 2004, “Benito” fue uno de los que fue masacrado en “La Masacre de Daktari“, ordenada por el General Raúl Isaías Baduel y llevada a cabo por el entonces coronel Miguel Rodríguez Torres.

“La Guarimbera Mayor” tiene su propia teoría.  “Vacunarse” contra el COVID 19, es como jugar al Lotto.  El problema es que uno lo que se puede ganar es una trombosis o algo, todavía peor.  Ella prefiera no jugarse esa papeleta.

Alguien miente

Es evidente que alguien – ¡muchos! – está mintiendo.  La gran pregunta es: “¿quién o quiénes nos miente o mienten?”

Miami 11 de junio de 2021

Robert Alonso

Para mayor información sobre el tema de la “plandemia”, visitar la siguiente sección de mi portal: Pandemia – Robert Alonso Presenta

 

Robert Alonso Presenta

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