¿Otra “bahía de cochinos”?

 

24 Feb, 2019 – Difícil entender o saber qué le pasa al Presidente Donald Trump que no ordena la intervención militar en Venezuela.  Unos dicen que es una estrategia… que el tiempo de Dios es perfecto.  Mientras tanto, siguen muriendo venezolanos y ya vamos para poco menos de 300 heridos.  En el sureste del país se está llevando a cabo una VERDADERA MATANZA de los indígenas pemones.  El número de muertos y mutilados se incrementan con las horas y según se ha dicho, más de 300mil venezolanos están en peligro de morir por falta de las medicinas que se incluyen entre los insumos de la “ayuda humanitaria“.

 

 

No sería la primera vez que un presidente estadounidense se echa para atrás a última hora.  Lo vimos, en pantalla panorámica, en abril de 1961, cuando John F. Kennedymetió retroceso” luego de desembarcar en la Bahía de Cochinos a más de un millar de valientes cubanos, entrenados y financiados por el gobierno “americano”.

A última hora, Kennedy intuyó que sería un error político defenestrar a Fidel Castro, basándose en la inmensa popularidad que el ya-genocida tenía en el continente americano y en el mundo, algo que – aparentemente – no contempló cuando le dio el visto bueno a la operación bélica.

 

 

¿Estará pasando lo mismo con el actual presidente Donald Trump?  ¿Estará Trump, a última hora, considerando los “costos políticos”?  No lo sabemos, pero también es muy probable que ya se haya dado cuenta… o le hayan informado, que lo que está sucediendo en Venezuela es una pugna por el poder entre dos facciones socialistas: la del “chavismo originario” y la del “madurismo“.  Nada sería de extrañar si Mr. Trump, anti-socialista a ultranza, haya dicho que allá abajo todos son “blancos” y que entre ellos se entiendan.

Quien ha llevado la voz cantante en estos dos últimos días, ha sido el senador – de origen cubano – Marco Rubio, pero no ha pasado de una ardiente retórica y firmes amenazas.

Iván Duque, quien – por cierto – es un gran admirador de la fulana y globalistasociedad abierta”, promovida por el híper-comunista internacional, George Soros, había dicho hace ya un tiempo, que a Maduro le quedaban horas en Miraflores… y van pasando los días y las semanas.  Ayer las fuerzas leales al régimen narcocastro-estalinista dispararon hacia Colombia y el títere zocotroco rompió relaciones con el país hermano.  La respuesta de Duque fue un corto discurso al lado del presidente interino, Juan Guaidó y del “chavista originario”: Luis Almagro.

 

 

Por su parte, Guaidó ha dicho que se reunirá con Mike Pence y se habló que viajaría a Lima.  ¿Más reuniones?  Pasan las horas y los días y se incrementa la lista de los muertos y mutilados; según han dicho, más de 300mil venezolanos están en peligro mortal debido a la falta de medicinas que se añejan en los galpones de Cúcuta y en otros “centros de acopio”.

Ante la gravedad de los hechos, al “presidente interino” no se le ocurrió otra cosa que lo siguiente:

  1. Convoncar una reunión de emergencia con todas las ONG, defensores de #DDHH junto a la @AsambleaVE, encabezada por @edgarzambranoad para unificar la información y elevar la denuncia internacional.
  2. Levantar los nombres de los responsables del FAES, fiscales y jueces que han estado en esta masacre del 22 en adelante para solicitar inmediatas sanciones y justicia a la comunidad internacional.
  3. Solicito formalmente a la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet @mbachelet que apresure su visita a nuestro país, para que sea testigo presencial de la grave crisis en la que vive todo el pueblo venezolano.

Seguimos confundidos por la admiración de Guaidó por “los hermanos cubanos” y por “el legado de Chávez”.

 

 

Vimos muchas caras indeseables robando cámara en la frontera colombo-venezolana, una de ellas fue la de la genocida ex fiscal, Luisa Ortega Díaz, quien recibió un caluroso abrazo del “presidente interino”.  Incongruencias como el TL de Guaidó, publicado en Twitter en la noche de ayer – 23 de febrero, 2019 – y el abrazo a la ex fiscal… entre otras cosas, están erosionando – aceleradamente – la popularidad entre los venezolanos, cansados ya del “socialismo” y de los “socialistas“.

 

El descontento en torno a Guaidó crece con las horas.  Muchos le reclaman su indecisión de solicitar la intervención militar extranjera.  Ex combatientes de varios países han declarado que la única salida a las tragedias de Venezuela, Cuba y Nicaragua es la solución armada, entre ellos: el Comandante Marlon Gutiérrez, el último representante oficial del Ejército de la Resistencia Nicaraguense en los Estados Unidos.

 

 

De quedar esta gesta en sal y agua, será desastroso para no pocos, comenzando por el Presidente Trump y terminando por Venezuela y su pueblo.  Sería un durísimo golpe generador de una atroz depresión colectiva que costaría décadas superar.

Pensamos que Maduro aceptaría la entrada de la ayuda humanitaria como una estrategia para sentarse a negociar con el “chavismo originario” y así seguir él en el poder… compartiéndolo un poco más, pero pareciera que sus intenciones son férreas y radicales: ¿será que está “guapo y apoyado”?

Miami 24 de febrero de 2019

Robert Alonso

Robert Alonso Presenta

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