Venezolanos Con Biden

Cada vez se hace más escandalosa la noticia de los fulanos “Venezolanos con Biden”, que apoyan y promueven la elección de quien fuera el vicepresidente de Obama: Joe Biden.

Leopoldo Martínez

Al parecer, el artífice de este movimiento, que aparenta incrementarse con los días, es un político llamado Leopoldo Martínez Nucete. ¿Quién es este personaje?

Leopoldo José Martínez Nucete nació en Caracas, 16 de octubre de 1964. Es un abogado, dice ser escritor y político: tiene la nacionalidad estadounidense. Se graduó de abogado en la Universidad Católica Andrés Bello. Recibió dos maestrías en Derecho de la Universidad de Harvard y la Universidad de Miami. Además, se especializó en Estudios Internacionales y Política Económica en la Universidad de Princeton. Se vanagloria de integrar el Comité Nacional Demócrata de Estados Unidos, cuya responsabilidad es la de supervisar el proceso de elaboración de una plataforma cada cuatro años, en apoyo a las campañas y actividades políticas de los candidatos del partido demócrata estadounidense.

Martínez Nucete inició su carrera política en Venezuela, militando en el partido Acción Democrática. En las elecciones parlamentarias de 2000, Leopoldo Martínez fue electo diputado independiente apoyado por una alianza entre el gobernador Enrique Mendoza con varios movimientos electorales y el partido Primero Justicia, con el cual forjó una relación muy estrecha hasta su separación, a raíz de que fue llamado para que ocupase el cargo de ministro de finanzas en el gobierno de facto que se pretendió formar tras el paripé (cuento chino) del 11 de abril de 2002. A raíz de estos acontecimientos, Martínez Nucete continuó al frente de su curul como parlamentario independiente hasta 2005, encabezando el grupo de opinión “Construyendo País”, a través del cual no se construyó absolutamente nada.

Actualmente reside en los Estados Unidos, donde preside el Centro para la Democracia y el Desarrollo de las Américas. Es editor de “IQ Latino”, y preside el “Comité Nacional del “Proyecto Victoria Latino” (“Latino Victory Project”).

El peso político de Martínez es ratificado con la decisión del presidente del “Comité Nacional Demócrata” (DNC) de los Estados Unidos. En el Partido Demócrata de Estados Unidos, se desempaña como coordinador de finanzas de la “Conferencia Hispana” (“Hispanic Caucus”) del DNC y del “Comité Ejecutivo del Partido” en el Estado de Virginia.

Fue nombrado comisionado para la pequeña empresa en el Estado de Virginia por el Gobernador Terry McAuliffe y fue miembro de la “Comisión de Transición” entre los gobierno McAuliffe y Ralph Northam, quien lo designó miembro de la junta directiva de la Universidad de Mary Washington. Se dice que es el verdadero representante en Washington DC (la cabeza pensante) del “presidente interino”: Juan Guaidó.

Quiénes lo Conforman

Hasta ahora, el grupo “Venezolanos con Biden”, es un enigma. De él solamente conocemos – oficialmente – al mencionado Martínez Nucete. No existe una lista de nombres. Se supone que el mencionado grupo está conformado por venezolanos con ciudadanía estadounidense, que tienen derecho al voto en Estados Unidos.

El “segundo a bordo” de ese tinglado, pareciera ser Diego Scharifker, un personaje que la inmensa mayoría de los venezolanos desconoce. Según he podido averiguar, el fulano Scharifker es un ex dirigente estudiantil afiliado a “Un Nuevo Tiempo”. Como diría Zoé Valdés: “¡ya tú sabes!” La Abuela Carmelina, QEPD, diría: “¡solavaya! En Venezuela muchos exclamarían: “¡sacude pa’otro lado! ¡Paso y gano!

Sin embargo, hemos escuchado y leído comentarios de apoyo de venezolanos, muchos de los cuales no votan en este país (Estados Unidos de América). Por supuesto: no sabemos el estatus legal de cada venezolano que puede ejercer su derecho al voto, fuera o dentro de Estados Unidos. Lo que sí sabemos es que hay unas cuantas personalidades, de mayor o menor peso mediático y/o político, que están empatados en eso de apoyar a quien fuera el vicepresidente de unas de las figuras más nefastas para la estabilidad política y económica del “Imperio Mesmo”: ¡Barack Husein Obama II!

Sí nos causó interés saber que la hija de la Patty Poleo, Germania Rodríguez Poleo, es una de las que adversa la reelección de Donald Trump, a quien dice detestar “con furia”:

 

 

Es evidente que La Germania no ve mucho el programa de su madre… y si lo ve: ¡no ha aprendido nada! Sin embargo, la propia Patricia ha declarado que, a pesar de tener 14 años viviendo en Estados Unidos, a ella no le interesa mucho la política estadounidense, mayormente – según ella misma – porque sigue siendo venezolana.

Pero no solamente Germania no ha aprendido mucho de su madre. Algunos del “staff” de La Poleo, “cojean de una pata” (como diría mi abuela Carmelina, QEPD): ¡se salvan pocos! Uno de los “regulares” de “Factores de Poder” – El Cabo Colina – hizo campaña en contra de Trump, acusándolo de racista. Por cierto, El Cabo Colina NO ES EXILIADO POLÌTICO per sé. Él está amparado por la Convención Contra La Tortura, alegando que de regresar a Venezuela lo podrían torturar. “Técnicamente”, él no podría estar participando en la política interna de Estados Unidos de América.

Pero hay otros personajes que – aparentemente – ya se cuadraron con Biden. Uno de ellos es Ramón Muchacho, quien posiblemente ya haya adquirido la ciudadanía estadounidense y tenga derecho al voto.

Es de hacer notar que Muchacho, en uno de sus editoriales recientes, alegó que él – por ahora – mantiene una línea independiente. Muchacho no nos da muy buena espina. En la sublevación del año 2014, siendo él alcalde, apresó, denunció y ayudó al régimen a allanar las viviendas de nuestros “guarimberitos” de La Plaza Altamira y del resto de “su” municipio, muchos de los cuales fueron vilmente torturados y la mayoría todavía está presa.

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Son varios los personajes del acontecer nacional venezolano que se han manifestado, con mayor o menor intensidad, a favor de Joe Biden, aunque no necesariamente tengan la ciudadanía estadounidense y, por ende: no tienen derecho al voto. Estos individuos generan opinión dentro de los electores venezolanos-estadounidenses y no hay que pasar por alto dos factores muy importantes. Se dice que en el Sur de La Florida, hay más de 300mil electores venezolanos y, para llegar o mantenerse en La Casa Blanca, se debe ganar en unos cuantos estados claves, uno de ellos: ¡La Florida!

Entre los posibles promotores del triunfo de Biden, podrían estar personajes como el propio Juan Guaidó y TODO SU COMBORamón Guillermo Aveledo, David Osìo, un bolichico dueño del DAVOS Bank, quien ya se habla que ha “colaborado” con reales para la campaña de Biden; Victor Vargas, propietario del BOD; JJ Rendón, el mismo Capriles Ratonsky, Vladimiro y su hermano Felipe Mujica (dirigentes del MAS); David de Lima, Enrique Ochoa Antich, Chuo Torrealba, José Ramón Pelucarte, de Globaltek y Copy Corp; Bernardo Martínez, Carmen Fernández, Adolfo Ramírez Uzcategui… instalados en Westonzuela (La Florida); Rafael Ramírez (¡fin de mundo!); Nacho Martínez, Mónica Franco, Alexis Ortiz (ex alcalde de Lechería, quien tuvo que salir huyendo porque defalcó a uno de los municipios más prósperos de Venezuela); Pedro Mena (representante por un tiempo de la MUD en Miami; Rafael Sarria (testaferro de Diosdado Cabello, Oswaldo Muñoz (del semanario “El Venezolano”, fuertemente relacionado con “El Venezolano TV”; Carlita Angola, “El Sr. Acosta”, Leopoldo Castillo, Belén Marrero (hermana doliente de Roberto Marrero, de quien se dice que está preso en Venezuela; Pedro Luis Martín Olivares, Horacio Medina y su socio Ricardo Sánchez; Yon Goicochea, David Smolansky (socialista del combo de Guaidó junto a Julio Borges y Carlos Vecchio, sobrino político de Rafael Ramírez); Freddy Guevara, Miguel Pizarro y su carnal Stalin González; Ramón José Medina y Armando Briquet.

Sobre Ramón José Medina debemos recordar que fue el segundo de Ramón Guillermo Aveledo en su paso por la secretaría ejecutiva de la MUD, entre los años 2009 y 2014. Medina fue secretario ejecutivo adjunto de la MUD, durante la gestión de Aveledo.

Medina, junto a Armando Briquet, quien fuera jefe de campaña de Capriles Ratonsky, montó – en el año 2015 – un tinglado para canalizar inversiones en la Cuba de los hermanos genocidas: Fidel y Raùl Castro. En manos de esos bandidos traidores, falsarios, prostibularios y apátridas estaba “la oposición” venezolana: ¿qué les parece?

 

 

Repito. No todos los mencionados arriba tienen, necesariamente, la nacionalidad estadounidense y, por lo tanto, no todos tienen derecho al voto, pero han promovido, directa o indirectamente y de diferentes maneras, la candidatura de Joe Biden. Son piezas del “socialismo (¿comunismo?) internacional”.

Joe Biden

Joseph Robinette “Joe” Biden, Jr. nació un 20 de noviembre de 1942 en el estado de Pensilvania.  Se trata de un abogado que fue vicepresidente de Estados Unidos desde el 20 de enero de 2009 hasta el 20 de enero de 2017, durante la presidencia de Barack Hussein Obama II. Entre muchas otras cosas, se hizo famoso por quedarse dormido en todos los discursos que daba su entonces-presidente.

En el fragor de la campaña electoral, de él se han dicho muchas cosas; unas posiblemente falsas y otras: posiblemente ciertas.

Trump, por ejemplo, ha arremetido en contra de Biden por su posición hacia Cuba. No que Trump haya hecho mucho, claro está, pero HA DICHO lo suficiente. Trump, por su parte, pudo y pudiera hacer mucho, muchísimo más, como me he cansado de explicar. ¡En fin!

A Biden se le acusa de elogiar al genocida de Raúl Castro: ¡nada nuevo para un demócrata! De hecho, anda corriendo un video, que aseguran – y parece – ser reciente, donde importantes figuras del partido demócrata estadounidense, se fueron unidos, a departir con Castro y el títere ese que tienen de “presidente a destajo”: ¡que no es presidente ni es un carajo!   Entre las figuras prominentes del partido demócrata, vimos a Obama y su mujer… a Pelosi y a John Kerry, de quien hablaremos más adelante.

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Se ha acusado a Biden de haber declarado que, de ser electo, retomaría la política de Obama con respecto a Cuba: ¡una política blandengue! Claro que, para mi gusto, la política de Trump con respecto a Cuba, Nicaragua y Venezuela tampoco ha sido una maravilla, a pesar de los efectos mediáticos. He dicho que me hubiera gustado ver a Trump firmando una simple orden ejecutiva, a través de la cual los buques que toquen puertos en esos tres países y las aeronaves que aterricen en los aeropuertos de esos tres países, no podrán atracar ni aterrizar en territorio estadounidense por un período importante de tiempo.

Según el règimen castrista, de ganar Biden la presidencia, éste normalizaría las relaciones con La Habana: ¡horror! Bueno, pa’lo que serviría. De todas maneras, con relaciones o sin relaciones, ahí está el pueblo cubano, sufriendo por más de medio siglo: ¡y lo que falta! De igual manera, según Noticiero Digital, critican a Biden por anunciar que retomaría el “deshielo” con Cuba. ¿Será que esperará a que llegue el verano en la isla? Todo me parece un chiste de muy mal gusto. Los Castro no han dejado de beneficiarse de Estados Unidos, directa o indirectamente, desde que llegaron al poder en enero de 1959: ¡incluso desde antes! No debemos olvidar que la administración de Eisenhower, ya al final de la “guerra civil” (¿?) en Cuba, le quitó el apoyo al dictador Batista para dárselo al futuro genocida de Fidel Castro: ¿entonces?

¿ Trump o Biden ?

Desgraciadamente, para los efectos de la libertad de Cuba, Nicaragua y Venezuela: ¡daría lo mismo! Según mi percepción muy personal… y podría estar total y absolutamente equivocado. La libertad de Venezuela, Cuba y Nicaragua no está sujeta a los intereses de Trump ni de Biden: ¡ni de la “Madre de Los Tomates”! Un importante político cubano anti-castrista (Tony de Varona), tras la MISERABLE traición de los Kennedy en la Invasión de Bahía de Cochinos, respondió, cuando le preguntaron si después de esa traición seguía pensando que los “americanos” eran buenos: “los <<americanos>> no son ni buenos ni malos: ¡son <<americanos>>!” Los intereses de los “americanos”, no siempre coinciden con los intereses de NOSOTROS: ¡los hispanoamericanos!

La libertad de esos tres mencionados países, tiene que venir de los propios ciudadanos de Nicaragua, Venezuela y de Cuba. Tal vez si a Hillary Clinton le hubieran reconocido su triunfo, no nos hubiera quedado otra vía que luchar por nuestra libertad. Tal vez sería bueno que ganara Biden, para que los nicas, los cubanos y los venezolanos entiendan que lo que carga el burro entre sus patas traseras, no es – precisamente – una trompeta de goma maciza.

Soy de los que creen – y tal vez me equivoque total y absolutamente – que el tema de la libertad de esos tres pueblos oprimidos por el narco-castroestalinismo internacional, es netamente “electorero”.   Una vez pasada la campaña, gane Trump o gane Biden: “si te he visto… ¡no me acuerdo!”, como – sabiamente – hubiera dicho mi adorada y añorada Abuela Carmelina, QEPD.  No se volvería a hablar de liberar a Cuba, Venezuela y Nicaragua: ¡hasta dentro cuatro largos y tormentosos años!

¿ Quién ganará ?

Lamentablemente, hace ya un tiempo que se me rompió mi bola de cristal. La iba a traer al exilio en el año 2004, pero no me dio tiempo y en el saqueo y destrucción de nuestro hogar – La Finca Daktari – el 9 de mayo de aquel año, la volvieron ñoña.

Pero a mis 70 años por cumplir el próximo 23 de agosto de 2020, me ha quedado un poquito (no mucho) de experiencia. He vivido lo suficiente como para corroborar que a la Casa Blanca llega, el que se decida en las tertulias de eso que llaman “El Deep State”. Si Uds. quieren medio-entender cómo funciona esa guarandinga de las elecciones presidenciales en EE.UU., les sugiero que alquilen la película “Desde El Jardín” (“Being There”), basada en la extraordinaria novela del escritor polaco-estadounidense, Jerzy Kosinski, protagonizada – magistralmente – por el fallecido Peter Sellers y Shirley McLaine. Les incluyo un adelanto. Una historia, por cierto, similar al libro “El Diente Roto” (de Pedro Emilio Coll).

El sistema electoral estadounidense es uno de los más chanchulleros (fraudulentos) del planeta: ¡si no el más! Con el cuento de los fulanos “colegios electorales”, le meten medio palo – sin vaselina – a los más pintados. Claro: ¡hay que hacer el paro! Hay que justificar cada “victoria”.

En el año 2004 – John Kerry Vs. George Bush (hijo) – el candidato demócrata, quien a todas luces arrasó en las elecciones, le entregó su triunfo a Bush. Algunos entendidos en la materia aseguran que fue un acuerdo para que, cuatro años más tarde, llegara Obama a La Casa Blanca. Kerry hizo lo que haría Rosales dos años más tarde y lo que haría Ratonsky en 2012, “frente” a Chávez. ¡Nada nuevo debajo del sol!

El Botón Amarillo

Un video que he publicado hasta la saciedad, titulado “El Botón Amarillo”, es indicativo de hasta dónde puede llegar los chanchullos electorales en Estados Unidos de América. No hace falta mayor explicación.

En el año 2012, cuando el movimiento del “Tea Party” se puso de moda, fui invitado a recorrer los estados de la unión, alertando a los estadounidenses sobre el peligro de los procesos electorales en Estados Unidos y de la “falsa derecha“, que en este país llaman “los rinocerontes“.

Mi Abstención Electoral

En el año 1973 se hizo popular una canción titulada “Everbody Plays The Fool” (“Todos Hacemos Papel de Pendejo”), cantada por el grupo “The Main Ingredient”. A mí me tocó hacer el papel de pendejo cuando viajé con el entonces-candidato (republicano), John McCain, por los estados fronterizos del sur de Estados Unidos para alertar a los hispanos-parlantes sobre el peligro que suponía para Estados Unidos, el triunfo de Barack Hussein Obama II. Invertí los últimos realitos que me quedaban y, tras la derrota: ¡jamás me los retribuyeron!

McCain se parecía a uno de los personajes que tenía Joselo, “Canuto”. Era IMPOSIBLE que le ganara al “mediático” y carismático de Obama. Lo pusieron ahí para que perdiera. Luego corroboré que fue así.

El día del cierre, a nivel nacional, de la campaña de McCain, en Miami – el evento más importante de su campaña – se suponía que íbamos a hablar 30 oradores. Al final quedamos TRES. A mí me tocó presentarlo: ¿se imaginan al Loco Robert Alonso cerrando la campaña de quien “hubier podido” haber terminado siendo el presidente del país más poderoso del planeta Tierra? ¡Ja! ¡Un chiste de muy mal gusto!

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Al día siguiente corroboré la farsa y me di cuenta del inmenso papel de bolsa que terminé haciendo. Yo que estaba tan orgulloso y que me habían ofrecido la sub-secretaría de Estado para asuntos hispano-americanos. ¡Ya teníamos pillado, en Washington DC, el apartamento donde nos mudaríamos, tras la victoria de McCain. ¡No me jodan!

Por cierto, un día, mientras estábamos en plena campaña por McCain, en el estado de Arizona, se prendió un escándalo en Miami (que duró un par de días), en donde se acusaba a la esposa de McCain, Cindy Hensley McCain (hija de Jim Hensley, propietario de la Anheuser-Busch, el mayor distribuidor de cervezas en Estados Unidos, para entonces ya-fallecido), de fabricar en la Cuba comunista de los hermanos Castro, en conchupancia con un socio brasileño, la cerveza que consumían los turistas en la isla. Desayunando con McCain le pregunté al respecto y me contestó que él en los negocios de su mujer no se inmiscuía. Fin de la conversación. A la Cindy, por cierto, Fidel le había asignado una “casa de protocolo”, vecina de la “casa de protocolo” que los Castro le habían asignado a Gabriel García Márquez, (un HDLP, íntimo de Fidel Castro) en el Laguito del Country Club, una de las urbanizaciones más exclusivas de La Habana pre-Castro.

A partir de aquel fiasco, comencé a investigar más profundamente y llegué a la total y absoluta conclusión que los presidentes estadounidenses son elegidos por un grupito que no excede, en número, los dedos de la mano mocha de un mocho.

De ahí en adelante, decidí pintarle una inmensa paloma a los procesos electorales en Estados Unidos de América.

Conclusión

Si los venezolanos, los cubanos y los nicaragüenses quieren ver a sus respectivos países libres y soberanos: ¡que se pongan las pilas sin contar con Trump o con Biden!

Miami 03 de mayo de 2020

Robert Alonso

Biografía de Robert Alonso

Robert Alonso Presenta

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