Claro que no quise alargar el video, para no fastidiar a la “audiencia”. Pudo haber sido mucho más largo. Sin embargo, aquí podemos hacer uso del espacio.
El escrito que a continuación incluyo, NO NECESARIAMENTE lo ratifico en todas sus partes, pero lo consideré interesante.
Paradójicamente, la vida de Patty está llena de grotescas historias de bochorno y agresividad personal. Sus actuaciones la colocan como la “oveja negra” de la familia de periodistas. Patricia es la resentida de la familia. Hija de una señora de muy bajo nivel socio cultural, incomparable con las otras madres de los hijos de Rafael Poleo, Patricia siempre ha sido la “barata” de la familia, la chusma, la vergüenza familiar. Luego de llamar “homosexual” a su hermano Francisco y acusar de “maltratadora” a su hermana Helena, reputada periodista y relacionista pública en Miami, nadie de la familia le dirige la palabra, comenzando por su padre Rafael Poleo quien hace unos meses -convaleciente de una enfermedad – pidió a sus hijos, Francisco y Helena, que cuando muriera no dejaran entrar a Patricia a su funeral.
Innumerables son las ocasiones en las que se le puede ver a Patricia fuera de sí, gritando improperios y amenazando a diestra y siniestra sin pudor y, por supuesto, sin pruebas.
Para muestra, entre muchos otros ejemplos, el siguiente video que muestra a Patricia Poleo poseída por su propio yo: arrabalera, marginal, violenta, mientras a ella le frustra que en su autoexilio, en EEUU no la dejan “caerse a coñazos” con quiénes la critican.
Casos sobran para evidenciar la avidez de Poleo por atacar a quien le convenga. Uno de sus shows famosos fue señalando a la preparadora de mises, Gisselle Reyes, de dedicarse a la “trata de blancas”, otro fue señalando a Osmel Sousa y la organización Miss Venezuela, de “proxeneta” y organización criminal.
Con la periodista venezolana Angie Pérez también protagonizó una larga polémica, después de que la primera expresara que la madre de Poleo, había recibido sumas millonarias del empresario venezolano Raúl Gorrín, director de la televisora venezolana Globovisión, quien a su vez es señalado de corrupto y testaferro del régimen de Nicolás Maduro y, hoy por hoy, ubicado en la lista de los 10 criminales más buscados por Inmigración en Estados Unidos.
Patricia, Gastón y Larry Tovar
Una larga data de historia oscura envuelve a esta manipuladora comunicadora, relacionada a un hilo de muerte, delincuencia y extorsión.
El ex esposo de Patricia Poleo, Gastón Alfredo Rodríguez Delgado, fue asesinado en su casa de la Isla de Margarita, envuelto en un misterioso crimen que sigue sin resolverse y además estuvo preso en el año 1989 por varios delitos.
Casado con Patricia, Gastón fue encerrado por tenencia ilícita de estupefacientes, agavillamiento, encubrimiento en apoderamiento de aeronave y aprovechamiento de cosas provenientes del delito, compartiendo el encierro con el protagonista del escandaloso caso de narcotráfico, Larry Tovar Acuña, sobre quien Patricia Poleo escribió un libro que nunca fue publicado.
En circunstancias poco claras, el hoy occiso fue maniatado y recibió con saña 18 puñaladas, en su residencia en febrero del año 2010, sin que casi 10 años después, se sepa si la investigación concluyó algo.
Sin embargo, Gastón dejó un rastro que siguió involucrando a su ex esposa, hoy autoexiliada en los Estados Unidos, en diversos escenarios que resultaron bastante escandalosos.
Su compañero carcelario, Tovar Acuña, fue condenado en 1988 a 13 años de prisión por participar como testaferro del cartel colombiano de la droga de Medellín y por su colaboración en el traslado de cocaína desde Venezuela hacia Estados Unidos.
Quien en ese entonces era esposo de Poleo, Gastón Rodríguez Delgado, estuvo preso en el proceso que se acumuló al expediente de Larry Tovar, de marzo de 1989, aunque no se conocieron hasta la reclusión en la cárcel, donde igualmente Tovar conoció a Patricia.
Durante ese tiempo, la periodista estrechó lazos con el narcotraficante al punto que aún hay dudas sobre la paternidad de la única hija de Patricia, la también periodista Germania Rodríguez Poleo, concebida en visita conyugal en el penal que acogía a Gastón Rodriguez y a Larry Tovar.
La relación con el narcotraficante era tan cercana que Poleo decidió escribir un libro sobre Larry Tovar, que nunca publicó.
Patricia tirada en el suelo
El propio Larry Tovar Acuña relató que “el indulto me fue otorgado el 21 de octubre de 1993, sin embargo en lugar de salir libre, como es la normativa, ese mismo día, mientras hicieron chequeo, revisiones y trámites: salí libre el martes 26 octubre de 1993 a las 5:50 pm. El 27 de octubre de 1993“. Patricia Poleo Brito fue a visitar a Gastón Alfredo Rodríguez Delgado, a la Cárcel de El Junquito.
Al llegar Gastón insultó duramente a Patricia gritándole que era una inútil, porque siendo ella gran amiga de Ramón J. Velásquez y de su hijo Gustavo Velásquez (Jefe de la Consultaría Jurídica de Miraflores en ese momento) no había podido conseguirle a él, su esposo, un indulto, y que yo, Larry Tovar, que era un pobre pendejo sí había podido. En eso le lanzó un golpe a Patricia tan fuerte que la tiró al suelo, allí intervinieron otros internos a separarlos y a recoger a Patricia Poleo del suelo.
Patricia, dolida, le pidió el teléfono celular prestado a un interno llamado Francisco José Sabache Maldonado, alias Paco, C.I. 5.532.533, el número de celular era 016-630-7090 y de allí llamó al presidente Ramón J. Velásquez y le dijo que debía quitarme el indulto o de lo contrario lo destruiría por medio de la prensa. Y así fue que llamó a todos sus colegas periodistas e hizo una campaña tan fuerte que Ramón J. Velásquez se vio obligado a cancelar el indulto el día 30 de octubre de 1993 (aunque la Gaceta salió publicada con fecha de 29 de octubre de 1993)”, cita el blog de Larry Tovar.
Posteriormente, Patricia Poleo movió todo su tren de contactos para sacar en libertad a Gastón Rodríguez.
Versiones convenientes
En la prensa de 1993 no reseñaron que Patricia había quedado marcada por el piso de la cárcel de El Junquito. Las reseñas se centraron en el indulto de Tovar, quien ni siquiera había sido sentenciado por los delitos que en ese momento se le atribuían, pues generó un escándalo político que desestabilizó la presidencia interina del historiador Ramón José Velásquez.
El mandatario reconoció haber firmado la gracia, pero descargó la responsabilidad de aquel episodio sobre su secretaria, María Auxiliadora Jara, mientras Tovar Acuña salía en libertad a pesar de que la boleta de excarcelación, que fue remitida por fax a la citada instalación penitenciaria, contenía un número de cédula de identidad que no era el de la suya.
En la página 119 del Libro “Los Barones de la Droga”, de Gustavo Azócar Alcalá, se evidencia otra parte de la historia, que indica: “el doctor Fermín Mármol León, ministro de justicia, y sobre quien recayera gran parte de las acusaciones que hicieron aquellas personas que no quisieron tragarse la versión que acusaba única y exclusivamente a María Auxiliadora de Tarazona, se excusó ante la opinión pública aduciendo que todo había obedecido a una terrible confusión y que la culpa de todo el problema la tenía la secretaria privada de la Presidencia, a quien calificó de ser una especie de ‘superministro’, una funcionaria audaz y todopoderosa que todo lo hacía y que todo lo podía”.
León excusó de toda culpa a su colaborador, comisario Guillermo Rosquete, de quien dijo era un ‘hombre honesto’ que nada tenía que ver con el caso. Guillermo Rosquete, director general sectorial de defensa y protección social del Ministerio de Justicia sostuvo que, en efecto, él había dado la orden por radio de que soltaran a Larry Tovar Acuña.
Indicó haber recibido órdenes de parte del ministro y señaló que habían cumplido algunos trámites formales porque él estaba programado para recibir órdenes y cumplirlas al pie de la letra, sin ningún tupo de discusión.
Esta historia complementa lo que algunos expresaron para aquel entonces, que lo de Larry Tovar era “un guiso” que se llevaba a cabo entre las rejas y las mesas ostentosas de los ministerios de la época. La pieza que faltaba era la de Poleo, que le daba sentido a la rectificación del presidente Velásquez, quien entre amenazas, escándalos y secretos evitó dejar sus intereses al descubierto.
Inexplicable y sospechosamente el CICPC habría suspendido las investigaciones para determinar las causas y los responsables del asesinato de Gastón Alfredo Rodríguez Delgado. La presunta relación de Rodríguez con algunos “carteles” tendría que ver con el detenimiento de las averiguaciones.
Padre, amigo de mandones autoritarios
Después de que Rafael Poleo, periodista y padre de Patricia, fuera sacado del programa de TV del escritor peruano Jaime Bayly, su hija reaccionó en una especie de rebote, donde se desligó de las palabras del padre, expresando que “ese señor” estaba acostumbrado a mandar a callar a los demás y a ella la había mandado a callar mucho.
En el interín de sus declaraciones, señaló a su papá de estar vinculado a políticos corruptos y se mostró visiblemente molesta porque le “quitó” su herencia y su cariño, según ella por no querer a Henry Ramos Allup, ni a su “patética” mujer.
Sin embargo, fuentes cercanas a la familia, cuentan que el “desamor” de Rafael Poleo viene por las décadas lidiando con las que él califica de “malas decisiones” de Patricia. Con la llegada de Patricia a Miami las relaciones entre padre e hija se tensaron aún más. Rafael Poleo, por ejemplo, criticaba a Patricia por dejar a su hija Germania, en ese entonces pre adolescente, al cuidado del “negro Colina” refiriéndose al teniente José Antonio Colina, amigo íntimo de Patricia, sin oficio conocido (más allá de dirigir una organización de 5 miembros que pega gritos por las calles del Doral, FL) y sin familia, ni esposa, ni hijos, nada.
“Para Rafael era un peligro que Patricia dejara a su nieta sola con Colina mientras ella se largaba de viaje a Panamá a ver a su nuevo amante”, cuenta la fuente. “Igualmente la pelea de Rafael y Patricia por su relación con Nixon Moreno fue de antología. Ella se pasaba horas pegada a la Internet en Miami viendo TV con Nixon desde Panamá. Algo absurdo. De adolescentes. Mientras Germania se criaba con Colina. Helena Poleo intentó tener más ingerencia en la vida de Germania tratando de llevarla hacia una vida familiar más normal. Patricia la acusó de maltratadora”.
Ollas y palangre
Muchas son las personalidades que se han visto involucradas en sus “ollas” despiadadas y crueles para desprestigiar y difamar con descaro y sin pudor a cuanto obstáculo pueda aparecerle en el camino.
Es sabido que la periodista recibe mesadas para hablar o callarse, dependiendo el “cliente”. Sus medios de difusión brindan espectáculos de chisme banal, que enredan a políticos, actores, sus propios colegas, gente común y todo aquel que sea oportuno en sus noticias.
Las imágenes difundidas de Poleo gritando improperios o amenazas a todo pulmón, son públicas y notorias. Cuando no invita a “caerse a coñazos”, insiste en la “necesidad” de matar o exterminar a mucha gente, llámense colectivos, políticos u otra personalidad.
Un colega suyo venezolano la llamó en una ocasión “Paty, equivalente a degradación”, en respuesta a uno de sus ataques, destacando que se ha identificado plenamente como férrea antichavista-madurista, a pesar de que “se le conoce una carta que envió a Chávez donde prácticamente le urgía que la esposara a su corazón” y le diera “un hijo”. Recordó que muchos años atrás, antes de Gastón y Larry, ya la periodista se había envuelta en un sórdido escándalo de alcoba, cuando su pareja de entonces, de origen chileno, apareció muerto en extrañas circunstancias y el caso fue esquivado por el cuerpo de investigaciones. Mencionó también un caso sonado de un empresario extorsionado por Poleo, con 500 mil dólares a cambio de no mencionarlo en el “caso Andrade”.
Entre los más buscados
Patricia Poleo no ha dejado de moverse entre forajidos, militares golpistas y “locos” violentos. Finalmente se casó con Antonio Nixon Moreno Merchán, quien fue acusado de ultrajar a una guardia nacional durante una rebelión estudiantil en Mérida.
En su programa Poleo entrevistó a un implicado en el caso Paramacay, el ex director de la Disip Williams Ernesto Ojeda, preguntándole si la conocía personalmente, intentando demostrar que no guarda vínculo con ninguno de los involucrados, quedando muy mal parada porque Ojeda respondió “si, en una oportunidad coincidimos allá en nuestro país y conversamos” dejando a la Poleo de boca abierta y le tocó hacerse la sorprendida y fingió como si no lo conociera.
Cabe recordar que Patricia Poleo se autoexilió en Estados Unidos, luego de haber sido acusada, falsamente, por el régimen de Nicolás Maduro como autora intelectual del asesinato del Fiscal Danilo Anderson, ocurrido en el año 2004.
Por la plata baila el mono
Dentro de su telaraña, Patricia Poleo siempre ha atacado a los políticos, no sólo del régimen, sino también de la “oposición“, buscando obtener, como siempre, sus buenas tajadas. Un promedio de 3 a 5 mil dólares mensuales se sabe que cobra por cada político que exprime para atacar a otros.
Cuando llegó a Miami, su cliente y amigo, el cuestionado banquero chavista Eligio Cedeño, le pagaba 4 mil dólares mensuales y vivía en una casa de Rafael Poleo en North Miami. Cedeño comentó alguna vez que eso lo hacía porque ella era su amiga y porque Patricia le había cuidado en Florida a una hija que él tuvo fuera del matrimonio mientras estuvo preso en Caracas. Igualmente, la mamá de Patricia vivió por años en el apartamento de Cedeño en Caracas. Hoy Cedeño y Patricia “están distanciados porque ella le pidió un dineral por hacer su programa en el canal de TV de Eligio, y este se negó a dárselo”: cuenta una fuente de VEME Channel, propiedad de Cedeño en sociedad con el publicista J.J Rendón.
Recurrente en sus prácticas criminales, algunos de los insistentes blancos de ataque de Patty han sido Julio Borges, a quien amenazó de no descansar hasta verlo preso y el Presidente (E) Juan Guaidó, a quien hasta le ha nombrado a su madre con todas las groserías de su vulgaridad incontrolada.
Para muchos conocedores de medios de comunicación Patricia Poleo es ficha del régimen chavista. No sólo desde sus ya lejanos encuentros en un apartamento de Santa Rosa de Lima en Caracas, con su entonces íntima amiga Ibéyise Pacheco y el mismísimo Hugo Chávez. No: Patricia Poleo es ficha segura del régimen de Nicolás Maduro y trabaja para Diosdado Cabello. Si tiene dudas, sintonice El Mazo por VTV.
Esa es Patricia Poleo. La oveja negra de su familia y del periodismo venezolano.
Miami 20 de junio de 2021