No creo en Juan Guaidó

Ene 15, 2019 – Juan Guaidó se ha convertido para millones de venezolanos en un “clavo ardiente” del cual se han aferrado en total desesperanza, esperando un milagro del cielo: ¡en total desesperación! Yo no creo en él. No creo en quienes lo rodean… no creo en las propuestas ni en esa supuesta “estrategia” del “poco-a-poco”. No creo en los “constitucionalistas”: ¡no creo en nadie!

Desde que comencé a sincerarme en Twitter, he venido perdiendo seguidores – POR MILES – día a día. Me han llamado de todo, desde agente del G2 cubano hasta HDLGP: puto, marico, desgraciado… cubano de mierda… ¡de todo!

Todos esos insultos, sumado a unas cuantas amenazas de muerte, los escuché desde que en el año 2000 les advertí que Francisco Arias Cárdenas era un “gallo tapado”. Luego, en el año 2006, se repitieron los insultos cuando alerté a los venezolanos sobre Manuel Rosales. Unos meses después comencé a denunciar al HDLGP de Herman Escarrá… ¡y más valió que no! Ya estaba en mi exilio y me decían lo mismo… que Escarrá estaba poniendo el pecho, dando la cara, mientras yo la pasaba de lo mejor en el Imperio Mesmo… etc, etc, etc.

Aquel mismo año, 2006, les informé que ya los Castro habían cuadrado a un candidato bufo para que DENTRO DE CINCO AÑOS “se midiera” con el hoy-Comandante Galáctico. Entonces comencé a enfilarle los cañones al Ratonski. En el año 2010, “El Libanés” Ramos Allup visitó Miami “yque” buscando votos para su candidatura para el Parlatino… un elefante blanco. Les advertí que ese “bicho de uña”, cuñado de los “Bolichicos”, era un infiltrado en eso que hoy llaman “La Falsa Oposición”.

Hablando de la “Falsa Oposición”. Hasta que lanzaron a ese pobre muchacho de nombre Juan Guaidón al ruedo para que se quemara como se han quemado todos, existía – para el grueso de los venezolanos – la fulana “Falsa Oposición”. Ahora parece que eso fue un espejismo. Jamás hubo “falsa oposición”. Ahora todos son insignes patriotas. ¿De dónde sale Juancito? ¡De esa FALSA OPOSICIÓN!

Hasta el 5 de enero de este año, 2019, la fulana “Asamblea Nacional Bolivariana de Venezuela” era un ente traidor. Lo único que logró (por un solo día) fue sacar del hemiciclo, gracias al Libanés, unos cuantos cuadros del Comandante Galáctico… cuadros que al día siguiente los volvieron a guindar en las paredes de ese bicho que llaman “Palacio Legislativo”.

Llegó Guaidó y todo cambió. Ahora ese muchacho – solito – por obra y gracia del Espíritu Santo, va a liberar a Venezuela de uno de los mayores cánceres de la historia de la humanidad: el narcocastro-estalinismo internacional. Ahora ya nadie allá abajo cree que hubo, alguna vez, una “falsa oposición”.

Estamos a 15 de enero y todavía no le vemos el queso a la tostada. Juanito ha convocado “al pueblo” a una marcha el 23 de enero y su estrategia pareciera ser defenestrar a los Castro en Venezuela a punta de cabildos abiertos, donde acuden, por cierto: ¡cuatro gatos! En las tarimas de esos cabildos no se han visto más de cinco asambleístas juntos y dos de ellos, para colmo… más marxistas que Marx: Edgar Zambrano y Stalin González.

Hasta ahora, la “institución” que más ha salido legitimada ha sido “La Bicha”, ese garabato inconstitucional que nos legó Chávez, y que incluye varios artículos que justifican… entre otras cosas: ¡el sistema de comunas! Una constitución que nació de un forcejeo inconstitucional… a la cañona, gracias – entre otros personaje – a la Cecilia Sosa, quien aceptó aquel garabato que mentaban “poder originario”. Aquellos vientos trajeron estos lodos que hoy nos atormentan.

Según el “prestigioso” constitucionalista e HDLGP de Herman Escarrá, los artículos 2, 5, 70 y 184 de la “constitución bolivariana”, mejor conocida como “La Bicha”, justifican el sistema de comunas, que es lo que les viene por las cabezas a todos los venezolanos: ¡a la vuelta de la esquina! Pero los “entendidos” hablan del 233, del 333 y del 350… y entre ellos no se ponen de acuerdo. Para muchos, donde la ley no distingue: ¡bien pueden distinguir los intérpretes! En ese proceso “didáctico”, lo ÚNICO que están haciendo es dándole legitimidad a un garabato de constitución que jamás se debió haber promulgado.

Pero dejan fuera un pequeñísimo detalle: ¡Venezuela está bajo la disciplina del narcocastro-estalinismo internacional! Los Castro “NO SE PARAN EN ARTÍCULO”. A los Castro les sabe a verga los artículos de todas las constituciones juntas del planeta Tierra. No es una cuestión legal… constitucional, democrática y, mucho menos: ¡pacífica! La vaina va más allá.

La diatriba se está diluyendo en puras pendejadas… y mientras tanto marean al pueblo… un pueblo que ya no puede más. De aquí al 23 de enero, hasta La Mamá de Tarzán hará sus comentarios. Los venezolanos ya no saben si van o vienen. Un “constitucionalista” dice una cosa y al minuto sale otro diciendo lo contrario… y todos ellos se basan en la írrita constitución “bolivariana”.

Ahora la asamblea (como si no tuviera cosas más importante que hacer) está promulgando leyes como la de “amnistía”, donde hasta Freddy Bernal, Iris Varela, Jorge Rodríguez y su horripilante hermana, entre muchísimos otros: podrían salir lisos… “sin pecados concebidos”, como la propia Virgen María… o, para mencionar una versión virginal que fue muy mencionada en el día de ayer: ¡La Divina Pastora!

Desde el año 1972, hace ya casi 47 años, estoy viendo las atrocidades cometidas por los Castro dentro y fuera de Cuba. Yo pongo en duda que ese muchachote a quien he bautizado, cariñosamente, con el remoquete de “Juancito Trucupey”, pueda liberar a Venezuela de esos monstruos de mil cabezas, quienes saben más que la cucaracha.

Es el pueblo unido, trancando a Venezuela de punta a punta, de manera GENERALIZADA Y SOSTENIDA, la única fuerza capaz de generar la intervención internacional necesaria para que ese país pueda recuperar su libertad. Si van a seguir creyendo que los venados vuelan: ¡prepárense para cortar caña en Guanabacoa, bajo el ardiente sol caribeño!

Miami 15 de enero de 2019

Robert Alonso

Robert Alonso Presenta

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