Llegué al noroeste de Estados Unidos de América en septiembre de 1965, a la edad de 15 años y un mes… hace 53 años y seis meses. Jamás, hasta el sol de hoy, me he podido acostumbrar a ver sus paisajes sin asombrarme. Montana, Idaho, Washington State y Oregón son recuerdos que viven y vivirán en mi mente hasta que Dios quiera.
En 1966 conocí a Shalilah, una “princesa” (para mí), de la disminuida tribu de los wanapums. No era muy agraciada, flaca como un fideo… y en ocasiones olía a chivo, lo cual era “elegante” y daba status… significaba que su familia criaba esos apreciados cuadrúpedos. Vivían en la ribera del Río Columbia y no se metían con nadie. Eran tan pacíficos que jamás entablaron un conflicto armado con “el hombre blanco” y eso, lo llevó a la extinción.
En uno de los tantos miradores frente al majestuoso Columbia River, podemos leer una placa, que al traducirla al español, diría algo así como:
“Hasta hace poco, los indios wanapúms habitaban los bancos frente al río Colombia, desde Beverly Gap hasta donde se une el río Snake, cerca de Pasco … unas 75 millas al sur. Los wanapums, era un pueblo muy religioso y pacífico, que vivían de pescar, cazar venados, y recolectar berris y raíces. Eran pescadores experto que utilizaban redes, lanzas y trampas tejidas de sauces. Los indios wanapums nunca habían combatido contra los blancos y, como resultado, no firmaron ningún tratado y por tal razón no recibieron derechos territoriales especiales. Aunque hubo miles de wanapums en un momento dado, hoy están virtualmente extintos”
Los wanapums no conocen el engaño, la mentira: ¡mucho menos la traición! Eso los convirtió en la etnia perfecta para su desaparición. Al final del camino, en la historia de los wanapums, terminaron desapareciendo. Prefirieron “la paz” a la guerra, pero – en realidad – resultó ser la paz de los cementerios. En cuanto a Shalilah, jamás supe de ella, posiblemente también se extinguió, porque era una bellísima persona.
Wachazis rapán… (“te amo”). Wachazis mepán: (“los amo”)… el problema es que a los wanapums nadie los amó
Miami 31 de marzo de 2019