Los Ladrillazos de Gerbasi

Cuenta la leyenda que un día, el entonces-presidente Rafael Caldera, fue a inaugurar una biblioteca en un manicomio. Camino hacia el edificio, se le acercó un paciente con un dossier en su mano, el cual le entregó al presidente al tiempo en que – con extrema cordura – le explicaba que su estadía en el hospital de locos era un gravísimo error… que él era un ingeniero civil muy reconocido, con un PHD en Holanda y con muchísimos años por delante para producir en función de la sociedad y por el bienestar de su familia y de Venezuela.

Caldera quedó timbrado por la cordura que mostraba tener aquel que lo había abordado y le prometió que en lo que llegara a su despacho de Miraflores, revisaría su caso y lo enmendaría.

Al finalizar el evento, en lo que el presidente fue a entrar a su limosina presidencial – ¡fuácata! – recibió soberano ladrillazo en su viejo, débil y anciano cráneo. Cuando levantó la mirada, sus ojos se toparon con aquel quien le había abordado antes de la inauguración, al tiempo en que escuchó su fuerte voz que le advertía: “¡y no se olvide de mi caso, Dr. Caldera!”

Desde que escuché esa fábula, atribuida sabrá Dios a cuántos personajes, la he repetido miles de veces. Una vez, en octubre del año 2010, se la dediqué a Don Diego Arria, con el título “Los Ladrillazos de Diego”. Hoy le toca al “Embajador Gerbasi. (*1)

No me extenderé mucho. Comenzaré y terminaré por el principio de los comentarios de Gerbasi, quien está asegurando: “…todavía Juan Guaidó no comprende la responsabilidad que tiene frente a 30 millones de venezolanos…”  soberano ladrillazo, que nos ha lanzado el “embajador“: ¡apenas comenzando!

Quien pareciera no comprender muchísimas cosas es el propio Gerbasi… pensarìamos que es mentira.  Me dicen que es un “gallo jugado en muchas peleas…”; que tiene suficiente experiencia… ¡pues!

Claro, no sé cuántos años tendrá Esteban fuera de Venezuela. Según me cuentan, no son muchos. Debería de saber y de comprender, que ese país viene siendo gobernado – bien, regular o mal – por presidentes socialistas, que pertenecían a partidos socialistas.  Ya por ahí tendría que haber comenzado. El grueso de los venezolanos “lleva el socialismo en el alma”, o como se diría en la Cuba de mi infancia: ¡lleva en su alma La Bayamesa!” 

Juan Guaidò: ¡ES SOCIALISTA!  Aquí cabría aquel refrán: “del garbo, le viene al galgo: ¡ser rabilargo!”  Otro: “hijo de gato… ¡casa ratòn!”  No sè por què Gerbasi se extraña siendo republicano y se extrañan sus amigos, tambièn republicanos, del proceder de Guaidò.  ¡Guaidò es socialista!  Es tan socialista como José Guerra, Stalin González, Miguel Pizarro, Henri Falcón, Henry Ramos Allup, Henrique Capriles, Manuel Rosales, Leopoldo López, y entre muchìsimos otros: ¡la mamà del bodeguero!

Más allá de lo indicado en el párrafo de arriba, Gerbasi tendría que saber – ¡o comprender! – que Venezuela tiene 20 años bajo la infrahumana bota del narco-castroestalinismo internacional.  En ese sistema, lamentablemente, no se permite – ¡ni de vaina! – la aceptación de la más mínima oposición y muchísimo menos: la de un “presidente paralelo”, por interino que le queramos llamar.

Es más. Todos y cada uno de los diputados de la tolda “opositora” de la fulana Asamblea Nacional, tuvo que haber pasado por el filtro y la aprobación directa de Guanabacoa: ¡desde Henri Ramos Allup hacia abajo e incluyendo a Juancito Trucupey…!

Por lo que le pude escuchar, el “embajador” Gerbasi, participó en la pachanga de la contumaz farsa electoral durante el règimen de los Castro en Venezuela  y debería de saber cómo es que se ha venido batiendo el cobre, en “materia electoral” en esa caricatura de paìs: ¡y desde muchísimo antes de que los Castro colocaran a Chávez en Miraflores!

El 23 de enero de 2019, Juan Guaidó – de quien Gerbasi asegura que no entiende nada y que lo único que ha hecho ha sido equivocarse – se autoproclamó presidente encargado… o interino.  Horas después, el 24 y màs adelante (el 5 de febrero), les aseguré a mis lectores por Twitter, que terminaría siendo más despreciado que Chávez y que Maduro juntos, porque elevaría las esperanzas de libertad de todo un pueblo: ¡para luego traicionarlo miserablemente!

 

 

En tal sentido, el “embajador” Gerbasi, no solamente nos ha lanzado soberano ladrillazo con este video que hemos publicado arriba, al asegurarnos que Guaidò no entiende “nada“… ha meado hacia Catia: ¡teniendo el perol en Petare!

Juan Guaidó no se equivoca en nada y le da tres vueltas y media al “embajador” Gerbasi.  Como diría mi Abuela Carmelina, QEPD: “¡¡¡…ese sabe más que la cucaracha…!!!”

Miami 05 de abril de 2020

Robert Alonso

*1 – En no-pocas entrevistas que ha dado Esteban Gerbasi, lo han confundido con Fernando Gerbasi, el verdadero embajador y se han dirigido a èl, a Esteban, con el título de embajador, de ahí las comillas. Entre 1992 y 1994, Fernando Gerbasi se desempeñó como viceministro de relaciones exteriores, donde estuvo encargado del ministerio catorce veces. Fernando Gerbasi también fue embajador de Venezuela ante Brasil, la República Democrática Alemana, las Comunidades Europeas y la Organización de Naciones Unidas, además de dos veces ante tanto Colombia como Italia y tres veces ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Por cierto, Esteban, quien en realidad es “analista político“, se ha pelado en muchísimos de sus “análisis“.  Busquen sus entrevistas en YouTube y verán que pareciera ser un “analista de Logroño“.

Robert Alonso Presenta

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