24 Mar, 2019 – Ni soy brujo ni soy más inteligente que nadie. Tengo dos “secretos”: estoy cerca de cumplir los 70 años de edad y empleo el sentido común más elemental. ¡Eso es todo! ¡Esos son mis dos “secretos”.
Gracias a mis próximos 70 años, he visto cómo proceden los presidentes “americanos” con respecto a la América hispana y, muy especialmente, de cara al narcocastro-estalinismo internacional. “Algo” tienen que tener los Castro como para haberse mantenido 60 años en el poder: ¡a 90 millas de las costas estadounidenses! ¡Algo!
Si les dijera en qué consiste ese “algo”, les estaría mintiendo miserablemente. Según Pablo Gato, ese “algo” pudiera tener que ver con la cercanía entre La Habana y la planta nuclear “Turkey Point”, a unos 40 km de Miami. Luego de haber leído “El Plan Hatuey”, de la pluma del mencionado autor, Pablo Gato, nada me extrañaría que ese sea el “secreto” de los Castro para mantenerse en el poder en Cuba, a 90 millas de EE.UU. y por un largo, destructivo y tormentoso lapso de 60 años, donde las torturas y el genocidio más infrahumano ha superado, CON CRECES, al escenario venezolano.
Si Raúl Castro (o cualquier otro), llamase al Departamento de Estado y le anunciara que tienen varias aeronaves partiendo hacia “Turkey Point”, artilladas con misiles (de quinta generación), aire tierra… con intenciones de volar por los aires a la sexta planta nuclear en tamaño de EE.UU., los “americanos”, con toda su tecnología militar-defensiva, no podrían hacer ABSOLUTAMENTE NADA. Esos misiles (uno o varios de ellos), podrían ser lanzados a mitad de camino, a unas 45 millas de distancia: ¡y se acabó lo que se daba!
En tal sentido, el sartén lo tienen los Castro por el mango desde hace muchísimos años. Sacar a los Castro de Venezuela podría significar el fin de la “Era Castroestalinista” y ante ese escenario, el fulano “Plan Hatuey” podría entrar en vigencia: ¡¡¡y que “aquello” sangre…!!!
El Art. 187 Numeral 11
Millones de venezolanos le achacan a Guaidó el hecho de no invocar el numeral 11 del Artículo 187 de la fulana Constitución Bolivariana. ¿Cómo así? No es tan-tan fácil hacerlo. En primer lugar, ese artículo con su famoso numeral, tendría que ser invocado por la asamblea, no por Guaidó. En segundo lugar, la inmensa mayoría de esos “asambleístas” obedece a los intereses del régimen, no a los intereses de Venezuela y de su población; ¿o no se han dado cuenta?
En tercer lugar: ¿quién lo va a ejecutar? ¿EE.UU.? Si el asunto “llega al llegadero”, los cubanos podrían ordenar la ejecución del “Plan Hatuey” y en cuestión de minutos, todos los infiernos se desatarían.
Por otro lado, tenemos el GRAN ENGAÑO. Ya hemos visto que Juancito Trucupey no es presidente de nada que no sea de la fulanita Asamblea Nacional Bolivariana. Ese cuento chino que asegura que es presidente interino (o provisional) de Venezuela, ya no se lo come nadie… a raíz de la publicación del “decreto-ley” promulgado y publicado el 5 de febrero de este mismo año, 2019, firmado – ¡asombrosamente! – por el propio Guaidó… entre otros torombolos.
¿Qué dice ese “decreto-ley”? Que será a partir del “cese de la usurpación” que se invocará el Art. 233 de “La Bicha”. Como todavía El Zocotroco no se ha bajado del coroto, no ha cesado la usurpación y, en consecuencia, Juancito Trucupey no es nada más que el presidente de eso que mientan Asamblea Nacional Bolivariana, una institución que si la cambiásemos por excremento de perro: ¡perderíamos el envase!
Miami 24 de marzo de 2019