Ene 18, 2019 – Cuando llegué a este país, Estados Unidos, por primera vez y formé parte de la familia Losh, una familia de agricultores estadounidenses del estado de Washington, frontera con Canadá – en 1966 – mi “mama americana” – Beverly Losh – me advirtió un día: “cuidado con lo que deseas”. A veces uno desea cosas que cuando se materializan: ¡se convierten en un verdadero infierno!
Hace un rato estaba conversando con el amor de mis amores – Siomi… “La Guarimbera Mayor” – y me dijo algo que me paró los pelos. ¿Qué pasaría si Juancito Trucupey se juramenta como presidente interino de Venezuela, como lo ordena “La Bicha” en su Artículo 233 y llama a elecciones en 30 días, como lo ordena ese mismo artículo y se lanza, como candidato, El Zocotroco Indocumentado… o Diosdado Cabello, por ejemplo. Las elecciones serían con el mismo CNE… y con la Tibysay de árbitro: ¿qué tal? En el padrón electoral actual hay, por lo menos: 1.5 millón de electores chimbos, inexistentes… ¡virtuales! Ajá..!!! Se juramenta el Trucupey, convoca a elecciones en 30 días y se lanza un HDLGP asignado por los Castro desde Guanabacoa. Por supuesto: ¡”gana” las elecciones y le mata el gallo a Venezuela entera en la mano! ¿Se fijan? ¡Piénselo y dejen de comer de lo que pica el pollo!
La solución es la sublevación cívica, activa, generalizada: ¡Y SOSTENIDA! Trancando toa’vaina.
Miami 18 de enero de 2019
Robert Alonso
