Conversado con Daniel Laras Farias

Comenzamos mal “La Conversa”, porque Daniel – mi ya-gran amigo – me hizo cantar  la canción que popularizó en su momento Fernando Albuerne, otro gran amigo: “Virgencita del Valle” (de Venezuela).  Una canción que se hizo popular entre los exiliados cubanos en Venezuela al principio de los años 60, cuando pensábamos que regresaríamos pronto a nuestro terruño: ¡hace más de medio siglo!  Muchos cubanos han ido muriendo: mi padre, mi madre, mis suegros… ¡mis abuelos! Jamás regresaron a una Cuba Libre.

¿Qué pasó? ¿Nos abandonó la virgencita?  ¿Nos abandonó Dios Padre?  ¡Jamás lo sabremos!  Llegué a Venezuela a los 11 años y el año que viene cumpliré 70.  A estas alturas me temo que jamás podré regresar a mi adorada Cuba.  Quién sabe dónde y cómo moriré.

Pero aquella canción, cuando llevábamos unos meses de exilio en Venezuela, nos llenó de esperanza, porque el grueso de los cubanos exiliados éramos fervientes adoradores de la Virgen del Valle:

 

 

Fueron pasando los años e, incluso, las décadas… y los Castro se fortalecían en el poder: a 90 millas de las costas del país más poderoso del planeta Tierra.  No entendíamos cómo.

Monseñor Boza Masvidal

Cada domingo acudíamos a la misa de nuestro guía espiritual, Monseñor Eduardo Boza Masvidal.  Un cubano digno, cristiano: ¡pulcro!  Nos daba ánimo para soportar el duro exilio.  Murió en Los Teques, medio siglo después.  ¿Por qué?  ¿Es que fuimos abandonados por Dios Nuestro Señor?

En la foto de abajo vemos a Monseñor Eduardo Boza Masvidal, recién-llegado a su exilio en Venezuela, con un grupo de familiares y amigos que hoy, en su mayoría, ya han fallecido:

 

 

Siomi, “La Guarimbera Mayor”, rindiéndole tribuos a nuestro monseñor: Eduardo Boza Masvidal, el día de su funeral en la ciudad de Los Teques, en Caracas Venezuela: año 2003.

 

 

¿Será que Dios nos está castigando?  ¡Es posible!  No puedo conseguir otra explicación.  En algún momento de nuestra historia debimos haber ofendido a nuestro Creador: ¡no hay otra explicación!

Lo cierto es que llevamos más de medio siglo sin patria y aquellos hermanos que nos dieron oxígenos de libertad, los venezolanos, hoy comienzan a sufrir lo que nosotros comenzamos a sufrir hace más de medio siglo.

Ni mi adorada esposa ni yo viviremos el horror de un mundo nuevo, pero sufrimos hoy imaginándonos lo que les tocará a nuestros hijos y nietros: ¡y futuras generaciones!

Chato

Nuestra familia siempre fue adoradora de los animales y en especial de los perros.  Mi padre le regaló a mi hermana, María Conchita, un pekinés de la cepa campeona habanera, que – de inmediato – se convirtió en parte de nuestra familia.  Cuando llegó el momento de abandonar Cuba, no podíamos dejarlo atrás.  Tuvimos que hacer un curso en “chino gótico” para que lo dejaran salir de la isla, como he explicado en la conversa con Daniel.  Chato vivió unos 18 años en el exilio de Venezuela, algo inusual para un pequinés.  Cuando sintió que iba a morir, buscó a mi madre y en sus brazos: ¡murió!   En la foto de abajo vemos a “Chato” en los brazos de nuestra madre, Conchita.

 

 

Varadero

El día en que Cuba sea libre y el mundo descubra a Varadero, nadie querrá vacacionar en ninguna playa chimba de México.   Por cierto México jamás apoyó la liberación de Cuba porque sabía que mientras Cuba fuese comunista, México capitalizaría el turismo de la región.  Pero comparar el turismo de México con el de la Cuba libre de antaño es como comparar a una burra con un yegua de feria.

 

 

Cuando salí de Cuba

Publiqué un ensayo titulado “Cuando Salí de Cuba” que fue promiado muchas veces.  Los venezolanos deberían de leerlo, porque esa misma desgracia está sucediendo en ese país desde hace ya varios años.  Se los advertí muchas veces, pero nadie escarmienta en cabeza ajena.

El Marqués de Comillas

Mi familia, la Familia Alonso, salió de Cuba vía España en el buque español “Marqués de Comillas”, que ya era un buque e carga, no de pasajeros.  Lo abordaron en el puerto de La Habana… hizo escala en Curazao, donde cargó petróleo… tocó el Puerto de La Guaira y siguió rumbo a España.  Fue su último viaje.  Al llegar a España el fuego lo devoró.

 

 

Posada Carriles

Los venezolanos contemporáneos no tienen idea de lo mucho que le deen a Luis Posada Carriles, un cubano que llegó a Venezuela al principio de los sesenta y luchó por evitar que Venezuela fuese tomada por los Castro cuarenta años antes de que tal cosa sucediera.  Millones de venezolanos vivieron en libertad gracias a Luis Posada Carriles, que Dios lo tenga en su gloria, donde se merece estar.

Las Guerrillas del Escambray

Los cubanos jamás pensaron que liberarían a Cuba votando en farsas electorales… ni marchando ni tocando pitos.  ¡Se alzaron en las montañas!  Fueron derrotados, es verdad: ¡pero lucharon ferozmente contra el comunismo!

 

 

El Juicio del Siglo

Fidel Castro se limpió el rabo con el pueblo venezolano, comenzando por su fuerza armada y terminando por varios de sus presidentes.  Amenazó a Venezuela y la humilló.  Ese fue el principio del fin para Venezuela como nación.  De ahí en adelante sería, simplemente conocida, como la “república bolivariana”.  Los venezolanos perideron la identidad.  Los medios de comunicación social fueron tan, pero tan COBARDES, que ninguno quiso tranmitir el siguiente documental, ni siquiera, VEINTE AÑOS DESPÚES DE LOS ACONTECIMIENTOS: ¡tal era el terror que le tenian los venezolanos a Fidel Castro Ruz…!!!

Los Tres Grandes Culpables

 

La Invasión de Bahía de Cochinos

Por supusto que me siento venezolano.  Llegué a Venezuela a los 11 años de edad.  El primer beso que le robé a una mujer, se lo robé en Venezuela.  Me enamoré de mi esposa, Siomi, en Venezuela.  Tuvé cuatro hijos en Venezuela y luego, en Venezuela, me nació mi primer nieto – Santiaro André. ¡Cómo no adorar a Venezuela!  Pero mi corazón ha estado… ¡y siempre estará!, en Cuba… ¡por encima de toodo!  Cuba primero, Cuba despues y si queda un espacio: ¡se lo entrego a Cuba!

Los cubanos luchamos por Cuba.  No marchamos ni protestamos: ¡luchamos y morimos por Cuba!  ¿Cómo no sentirme cubano hasta los huesos?  ¡Perdimos!  Eso sí lo tenemos que reconcer: ¡perlo luchamos!  Nuestros jóvenes se inmolaro por la libertad de nuestra patria… no se anotaron en una “plancha” para ser diputados en un parlamento chimbo.  Desde un principio supimos que la pelea era PELADO…!!!   Solo que perdimos.  Nos traicionaron los “americanos”.  Nos traicionaron “los europeos”.  Incluso: ¡nos traicionó el suúesto “vicario de Cristo”.  ¡No impoerta!  ¡Luchamos! ¿Que perdimosa? ¡Perdimos!  ¡Pero luchamos!

Honramos a nuestos muertos.  A aquellos que lucharon por nuestra libertad.

 

 

 

 

Miami 10 de septiembre de 2019

Robert Alonso

 

Robert Alonso Presenta

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